Acatarrada

El frío norte y los cambios continuos de clima empiezan a pasar factura. Dolor de garganta, dolor de pecho, tos… todo ello sumado a síndrome premenstrual.

Es una bonita forma de empezar el año. Sirve también para pensar que cualquier momento posterior del 2008 será mejor. Porque ya me veo que tal como están las cosas, naranjas de la China por lo que respecta a la idea de salir mañana noche por Pamplona después de las uvas, disfrazada para más inri. Bueno, podría ir de contagio andante, aunque me da que por estas fechas no sería muy original, casi tanto como ir de empachada, de borracha, o de consumidora compulsiva XDDD

Al menos conservo el buen humor. Será por la compañía, seguramente. Y por el hecho de ver que día a día, esto va pareciéndose paulatinamente a un hogar para dos. Perdón, para cuatro (que me puedo jugar algún arañazo).

Ojalá los microbios no me fastidien en exceso, y pueda salir por Reyes, y meterle caña al estudio, a la entrega de CVs y al ejercicio antes de que terminen las fiestas.

Y no, no tengo propósitos de Año Nuevo per se. Primordialmente, debido a que los que pudiera tener ya están en marcha de antes. Para muchas de las acciones a emprender, aplazar su ejecución hasta la llegada de un nuevo ciclo anual, no hace sino amuermarlas y privarlas de la energía necesaria para su resolución. Siempre habrá excepciones, claro.

Sin embargo, enviaros todo el afecto disponible nunca será de ellas.

Dicho esto, prosigo con mi deambular fantasmil. Aprovechando que la calefacción ya está en marcha.